martes, 30 de abril de 2013

Bad day.

Un mal día. Como detestamos esas tres palabras. No nos damos cuenta que esos malos días están para que apreciemos de verdad los días en los que somos felices, en los que no paramos de reír, de saltar, de bailar. Los malos días solo están ahí para recordarnos que mañana habrá otra oportunidad para empezar un nuevo día con la mejor de nuestras sonrisas. Esa que nos sienta tan bien, esa que hace que miremos la vida de una manera positiva, se una manera alegre. A mi me gustan los malos días, por que eso significa que mañana, seguro, será uno mucho mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario